Nos dijeron que ASEMAS es nuestro, es decir, de l@s colegiad@s, de l@s arquitect@s. Debe ser que los que pretendemos dedicarnos a esto que se llama arquitectura, no lo entendimos, o no quisimos entenderlo, o ambas cosas, o ninguna. Pero cuando un cliente (uno que paga y se comporta) entra en nuestro estudio, se le trata bien, con respeto. No digo ponerle una alfombra, pero casi. Parece ser que ASEMAS se mantiene al margen de este concepto. Es muy respetable. Pero en tiempos de crisis todo se destapa. Los ciudadanos pagan mas impuestos y, en nuestro caso, además pagamos cantidades casi indecentes (por no decir imposibles) para poder desarrollar nuestra actividad de forma legal. La Hostia de ASEMAS nada mas empezar el año (si tienes empresa, más) se convierte ahora en una losa demasiado pesada para la mayoría de nosotr@s. Ellos, mientras tanto, ponen la mano y miran para otro lado. Lo principal ahora es conseguir mantenerse. Manda huevos.
ASEMAS cumple, respalda sin problemas cuando se presenta un siniestro. Para eso pagamos ¿no?. El problema de los monopolios es que la escasez de competencia hace, por una parte, que el que monopoliza maneje el cotarro a su antojo y por otra, que la sombra de la duda sobre el buen funcionamiento de otra empresa que pueda aparecer en escena siempre está presente y, por tanto, el lógico miedo a cambiar de bando.
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¡Que no panda el cúnico! no nos tiramos piedras sobre nuestro propio tejado, pero a veces apetece un distendido trago de agua en el desierto, un pequeño paréntesis. Después del cariz de queja, protesta y denuncia que, como no podía ser de otra forma, han ido tomando los últimos artículos de éste nuestro blog, nos atrevemos a sonreirnos (tampoco hay que carcajear) de nosotros mismos.
Este divertido artículo que ha llegado a nuestros ojos y del que varios medios se han ido haciendo eco, lo escribió una tal Annie Choi para la revista de arquitectura PIDGIN. Ahora nosotros acompañamos de varias ilustraciones que amenizarán aún más el texto. Seguro que mas de un@ se identifica con su etapa de estudiante de arquitectura, su etapa profesional o ambas. Podríamos hablar de las retribuciones que cada profesional recibe por desarrollar su labor para ganarse el pan de cada dia, sin embargo nos centraremos en aquel colectivo que nos toca la fibra. Dedicarse a la arquitectura sigue siendo aún la opción de much@s de l@s que nos hemos preparado para ello. Que osadía ¿no? Hace falta un poquito de "por favor".
Para aquell@s que seguís este blog y la vomitera de palabrotas mal juntadas que lo rellenan, estaréis enterad@s de que nuestro estudio de arquitectura se reinventó bajo el concepto de centro COWORKING para recibir con los brazos abiertos a profesionales de diferentes disciplinas que nos ayudaran a pagar los gastos de oficina. Impotencia. Eso es lo que sentimos los arquitectos de este espacio cuando vemos como defienden, gestionan y protegen el colectivo al que pertenecen. Provisión de gastos, tablas de honorarios a rajatabla, cobro por consulta, etc...y unas cabezas visibles que los representan. ¿Pero que nos pasa a l@s arquitectos? Nosotros hablamos de competencia desleal, de "pan para hoy y hambre para mañana", de "cada uno con su puñetero pellejo", del inclasificable CSAE (¿consejo superior de qué...?), etc... Si no nos miramos el ombligo y lo intentamos proteger, nadie lo va a hacer por nosotros. Somos l@s que tenemos que poner remedio. Estas letrillas tecleadas en caliente vienen a servir de teloneras al artículo que realmente nos ocupa hoy. Miguel Fernández, Arquitecto y secretario del Colegio Oficial de Arquitectos de Almeria, nos obsequió con esta interesante invitación a la reflexión. Como no podía ser de otra forma decidimos incluirla también entre las páginas del segundo número de la revista ACERCADE Arquitectura que podéis descargar de forma gratuíta. Ole, la crisis se lleva por delante hasta a los premios Pritzker de Arquitectura. Mientras l@s element@s que provocaron este fraude mundial duermen a pierna suelta, con la conciencia enterrada bajo tierra por los siglos de los siglos (Amén) y ajenos a las penurias que, gracias al monstruo que han creado, sirven de desayuno a millones de familias que sólo quieren vivir; el talento pierde la partida contra la
infamia y la indecencia. Es cierto que mantener un estudio de un premio internacional de arquitectura, seguramente sea más costoso que mantener un modesto equipo de arquitectura, pero si estos maestros se ven obligados a retirarse, a los ilusos que queremos seguir viviendo de la arquitectura nos queda hacernos una pregunta: ¿Entonces nosotros qué? Os trascribimos el texto de un artículo de Virginia López (Lisboa) que fué publicado en un especial de la edición en papel del diario El Mundo. Nos dejó con la boca abierta. Así son hoy las cosas: Como dijo aquel...¡Manda huevos!...No doy crédito. En unos tiempos en el que la estigmatizada figura de l@s arquitec@s se encuentra entre las espaldas mas azotadas por la crisis; en que la credibilidad política ye está situada en los estratos mas bajos; en que uno de los debates que hay en la calle se centra en la capacidad de nuestros gobernantes, en su escasa cualificación, en la "jeta" que much@s de ell@s le echan y le han echado, en la conveniencia o no de borrarlos a todos del mapa y un sin fin de etcéteras, viene una famosa dirigente política de una comunidad de nuestro estrujado país y se permite el lujazo de hablar sin tapujos (si hay micrófonos delante se lo trae al fresco) sobre una oportuna pena de muerte de l@s arquitect@s. Poca vergüenza. Tanto si es broma (porque ella se puede permitir bromear con estas cosas) como si no.
Ante estas cosas no podemos dejar de preguntarnos si alguna vez se colmará el vaso con alguna gota o nuestro destino seguirá contemplando el aumento de nuestras tragaderas para aguantar provocaciones que, por cierto, cada vez son mas osadas. En este mismo saco entra la necesidad de recordar a esta gente que, independientemente del color político (quiero remarcar esto), un correcto talante cultural debe ser requisito indispensable para acceder a la política, que ellos están al servicio del populacho (parece que muchos así nos ven), que las ciudades ciudades y sus infraestructura no son propiedad del político de turno y que, si no saben de algo (por ejemplo de arquitectura) que no hablen. No tiene desperdicio el siguiente artículo y vídeo extraído de ecodiario.eleconomista.es y Youtube respectivamente: No es nada nuevo que España es un país en horas bajas, bajísimas. Tampoco es nada nuevo que aquellos que dicen ser nuestros gobernantes, no tienen ni pajolera idea de cómo sacarnos del atolladero. Eso sí, recortes a mansalva (sus culitos que no se los toquen), manteniendo el cortijo que tienen montado a costa de quien sea.
Parece ser que, entre tijeretazos por aquí y por allá, no se han dado cuenta de que invertir en la formación de buenos profesionales para que otros les saquen partido, tampoco es buen negocio. L@s arquitect@s somos parte de esos profesionales que, con un talento fuera de dudas, tenemos que plantearnos el petate como forma de buscarnos las habichuelas. Según cuentan, traspasar nuestras fronteras supone pasar de ser "arreglapapeles" que tienen que trabajar por cuatro duros; cómplices del desastre que ha dejado la burbuja inmobiliaria y culpables punibles ante los ojos un juez, a ser considerados profesionales formados, altamente cualificados y requetebien valorados. Toma castaña. Por cierto ¿Tendrá algo que decir el CSCAE de esto? ¿Alguien sabe donde está? Para hacernos sentir orgullosos de nuestra raíces académicas viene un diario a mostrarnos los logros de algunos de nuestros colegas allá por el mundo mundial: No está mal. Recuperar el valor social del arquitecto, la arquitectura y su relación con la familia. Este veterano arquitecto argentino nos lo pone sobre la mesa a partir de una propuesta gubernamental que plantea un ambicioso programa de créditos a las familias para construir su vivienda.
Sin entrar en valoraciones de la forma y condiciones en que la financiación se llevará a cabo, a priori, esta iniciativa casi utópica es un germen interesante. Fíjense: ¡Le damos un crédito a la familia para construirse su propia casa! Difícil, no es sencillo, pero al menos arroja una luz argumental para poner en valor y en el digno lugar que corresponde a la familia, a su casa, al arquitecto y a la arquitectura, permitiendo, de esta forma recuperar la relación social entre arquitectura y familia que nunca debió perderse. No estaríade más que muchos de los encorbatados que dirigen países como España, consideraran ideas de este tipo antes de vomitar paridas sin apenas resultados y que, como no podrían ser de otra forma, carecen de éxito y asfixian a los de siempre. Os traemos este artículo publicado por un medio digital argentino. Teníamos que hacerlo: Os traemos el nuevo frente abierto en el colectivo de Arquitectos de Almería. Frente en el que, como no podía ser de otra manera, toma parte el batallador Colegio de Arquitectos de esta provincia con su decano Javier Hidalgo a la Cabeza. Por cierto, que este joven arquitecto ya ha intervenido en nuestra revista ACERCADE Arquitectura concediéndonos una extensa entrevista recogida en los números 1 y 2 (este saldrá en breve).
Si, señor@s. Esto puede pasar y pasa. No es la primera vez y, seguro, no será la última.
Os traemos la noticia de un periódico digital de Palma de Mallorca. Tenemos que espabilar. Que no, que si nosotros no somos un poco mas corporativistas, defendemos la profesión y nos valoramos, nadie lo va a hacer. A día de hoy el arquitecto se ha convertido en un técnico infravalorado, mal pagado, con (parece ser necesario) labores de policía en la obra, responsable de que los trabajadores de una constructora no estén dados de alta, de que llueva, de que el sol se despierte ese día con mala leche, de que alguien venga con o sin resaca a trabajar, evidentemente de una mala praxis cuando la hay y, por supuesto, criminales en potencia como si de asesinos se tratara. Es de destacar, no sólo el fondo, sino también la forma con la que el redactor del escrito se explaya. Por cierto, a ver si se enteran los profanos (que ya va siendo hora) que el título de "Arquitect@ Superior" no existe. Somos Arquitect@s y punto. Os dejamos con el texto. No mas coments. Hoy os traemos un artículo extraído del noticiero de una agencia dedicada a tal fin.
Nos ha parecido interesante por varios aspectos: 1. Es un artículo de arquitect@s. De la profesión de arquitect@. 2. Muestra claramente la compleja situación que nuestro gremio, totalmente abandonado a su suerte, intenta adaptarse al medio y sobrevivir en difícil circustancias. 3. La escasez agudiza el ingenio y, en eso, l@s arquitect@s solemos tener experiencia. 4. A ver si alguien se da cuenta que no sólo los economistas deben ser los que tengan voz y voto en estos tiempos. L@s arquitect@s también. Como reflexión añadiremos que nuestro pan lo vendemos barato y la situación darwiniana de selección fue, seguramente incluso adecuada y oportuna en los primeros meses de nuestra crisis. Esto es excesivo y no creo que nos corresponda sólo a nosotros arreglarlo. Bastante lo sufrimos ya. Os dejamos con el artículo y esperamos ansiosos el resultado que esta iniciativa de nuestr@s colegas sevillanos pueda tener. |
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