A veces el castizo término de "Burro grande ande o no ande" se nos puede quedar pequeño.
Megasalvajadas de este calibre hacen que, entre dimes y diretes, a favor o en contra, o me importa un huevo y parte del otro, termines preguntándote un sin fin de por qués sin respuesta ¿Tanta pasta para una nueva ciudad cuando tenemos a nivel planetario un número casi infinito de urbes con solera y muertas de hambre? Pos si. Aún es pronto para colocarse en el cómodo papel de crítico de arquitectura. No es la primera vez que algo así se hace, pero lo que si está claro es que después de plantear un proyecto que, cuando menos, adolece de delicadeza con el lugar sobre el que se posa, vendrán a aportar su granito de arena las grandes firmas internacionales de la arquitectura. Hablaremos a toro pasado. De momento os dejamos con un poquito de lectura rápida y un vídeo que, sin mojarse demasiado en trazos y planeamiento, es ante todo espectacular.
0 Comments
Nos dijeron que ASEMAS es nuestro, es decir, de l@s colegiad@s, de l@s arquitect@s. Debe ser que los que pretendemos dedicarnos a esto que se llama arquitectura, no lo entendimos, o no quisimos entenderlo, o ambas cosas, o ninguna. Pero cuando un cliente (uno que paga y se comporta) entra en nuestro estudio, se le trata bien, con respeto. No digo ponerle una alfombra, pero casi. Parece ser que ASEMAS se mantiene al margen de este concepto. Es muy respetable. Pero en tiempos de crisis todo se destapa. Los ciudadanos pagan mas impuestos y, en nuestro caso, además pagamos cantidades casi indecentes (por no decir imposibles) para poder desarrollar nuestra actividad de forma legal. La Hostia de ASEMAS nada mas empezar el año (si tienes empresa, más) se convierte ahora en una losa demasiado pesada para la mayoría de nosotr@s. Ellos, mientras tanto, ponen la mano y miran para otro lado. Lo principal ahora es conseguir mantenerse. Manda huevos.
ASEMAS cumple, respalda sin problemas cuando se presenta un siniestro. Para eso pagamos ¿no?. El problema de los monopolios es que la escasez de competencia hace, por una parte, que el que monopoliza maneje el cotarro a su antojo y por otra, que la sombra de la duda sobre el buen funcionamiento de otra empresa que pueda aparecer en escena siempre está presente y, por tanto, el lógico miedo a cambiar de bando. |
Archivos
Octubre 2020
Categorías
Todos
|